Me llamo Amparo Redondo García. Tengo 35 años. Soy madre de Rocío de 8 años, Nico de 5 y la pequeña Ximena de año y medio. Llevamos un año viviendo en Inglaterra y antes estuvimos 3 años viviendo en Chile.
Bloggers por el mundo: Madre made in Spain
Hoy conocemos a Amparo del blog Madre made in Spain, que nos cuenta su experiencia tanto en Chile como ahora en Inglaterra. ¿La conocíais?
Quién eres, edad, país en el que resides, hijos…
En el caso de residir en un país distinto al de origen, ¿qué te llevó hasta allí?
Conozco familias que siempre han tenido en mente ir a vivir al extranjero, nosotros no éramos una de ellas.
Pero hubo un momento que el cambio llegó a nuestras vidas. No sé si fue porque no nos gustaban como pintaban las cosas por la crisis en España, porque mi marido necesitaba un cambio en su vida laboral, o porque no nos veíamos haciendo las mismas rutinas día tras día (colegio, extraescolares, parque, casa). Finalmente elegimos Chile (era el país de habla hispana que más nos llamaba la atención). Y allí que nos fuimos con mis dos hijos a vivir una nueva experiencia en el otro lado del charco y muyyyy lejos de la familia.
Pero a los 3 años, la distancia Chile – España empezó a hacerse notable y decidimos buscar otro país más cerquita. Inglaterra está a dos horas de la familia y los niños se benefician de aprender inglés como nativos.
¿A qué te dedicas profesionalmente?
Soy diseñadora industrial. En España editaba, junto a mi socia, la revista infantil “Mi collar de macarrones” hasta que me fui a vivir a Chile. Allí trabajé como diseñadora gráfica. Ahora en Inglaterra estoy en período de adaptación y mejorando mi inglés.
¿Cómo es la maternidad/paternidad en el país/ciudad donde resides?
En la ciudad en la que vivía en Chile, la mayoría de las mujeres de nivel medio alto no trabajaban y tenían una media de 4 hijos. Por suerte para ellas tenían la ayuda de una o dos “nanas” (que trabajaban de 8 de la mañana a 6 de la tarde, si es que no se quedaban internas en la casa) para las tareas domésticas y el cuidado de los niños.
EL tener “nana” era algo tan normal y necesario allí, que muchas me preguntaban cómo hacían las mujeres europeas trabajando y sin tener ayuda.
En Inglaterra es todo muy diferente. Si una empleada del hogar que limpia tu casa unas horas a la semana es cara, una “nana” es impensable. Las guarderías son carísimas (sobre una 1.200 libras /mes) y el estado subvenciona 15 horas semanales a niños de 3 años (el colegio se empieza con 4 años). Así que muchas madres tienen reducción de jornada (sólo trabajan 3 días a las semana) además de tener una baja maternal de hasta 1 año.
También existen las “childminders” (madres de día), mujeres que se dedican a cuidar niños en sus casas. Y los “playgroups”, lugares, organizados por voluntarias, donde vas con tu hijo un par de horas a jugar y cantar y pagas 1 libra.
Vuestra maternidad/paternidad, ¿fue planeada o inesperada? ¿Cómo tomasteis la noticia?
Siempre hemos querido ser familia numerosa. Nos fuimos a Chile con Rocío y Nico y allí nació Ximena. El mejor recuerdo que puedo tener de ese país es mi pequeña chilena.
¿Como afectó la llegada de tu bebé a tu forma de vida? ¿Y a tu trabajo?
«Hace 8 años, cuando nació mi hija mayor, trabajaba en un estudio de diseño en el que sólo trabajaba de 9:00 a 14:00 horas. Un trabajo ideal y totalmente compatible con ser madre. Lástima que a la semana de incorporarme al trabajo después de mi baja maternal, y habiendo destetado a mi hija adrede para volver al trabajo, mi jefe me comunicó que “prescindían de mis servicios”.
Al tiempo decidí junto con una amiga de la universidad, también madre, utilizar nuestros conocimientos de diseñadoras con nuestra nueva etapa y creamos una revista infantil gratuita en Valencia.
¿Te resultó difícil cambiar de país, de lengua, de costumbres?
Pues aunque perezca mentira el primer año en Chile me costó muchísimo. Yo pensaba que al hablar el mismo idioma y tener una cultura latina similar me sería más fácil que cualquier otro país europeo, y no fue así. El hecho de saber que estaba a 14 horas de avión de mi familia me pesaba mucho. Por otro lado también hay que tener en cuenta que Chile es un país que está “en vías de desarrollo” y eso se nota en el día a día.
Sin embargo a Inglaterra venía con más miedo, más que nada porque mi inglés es nivel indio. El tópico de la lluvia, que los ingleses son muy fríos, ect. lo superé a la semana. Al final estás en Europa y parece que estás como en casa.
¿Cómo han llevado tus hijos estos cambios? ¿Crees que ha influido en su educación? ¿Cómo lo valorarías?
Cuando viajamos a Chile Rocío tenía 4 años y Nico año y medio. Para Rocío fue bastante difícil no sólo empezar una nueva vida (colegio, amistades, …), sino también estar muy lejos de la familia. Al salir de “su zona de confort” tuvo que enfrentarse a situaciones difíciles, aprender a ser fuerte y confiar en sí misma. Por otra lado Nico, al ser tan pequeño, no le fue nada complicado acoplarse. Es más el está convencido de que es chileno.
En nuestra nueva vida en Inglaterra las cosas cambiaron bastante. Rocío con 7 años ya sabía a lo que se iba a enfrentar y aprendió tanto en la mudanza a Chile que se amoldó rápidamente. A Nico le costó mucho. Puedo decir que el hecho de no tener ni idea de inglés no le ayudó a poder hacer amigos tan rápidamente como esperaba. Así que es ahora él el que tiene que esforzarse para aprender a vivir en otro país.
La pequeña Ximena llegó aquí con meses así que no se ha enterado mucho de su cambio de ciudad.
Mis hijos se han tenido que enfrentar a situaciones que si no hubieran salido de su barrio no las hubieran vivido, pero han aprendido y han crecido muchísimo como personas. Han conocido muy gente interesante y culturas diferentes, así que tengo una valoración muy positiva de esta experiencia.
¿Cuáles son tus blogs favoritos tanto en español como en otros idiomas?
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