Verano a un año de la pandemia: los complejos más habituales y la importancia de la autoconfianza para vernos y sentirnos mejor

1Hoy estrenamos una nueva serie de podcasts, que nos acompañarán hasta finales de año con la colaboración de Allergan Aesthetics, una compañía de AbbVie, que cuenta con más de 40 años de experiencia en el desarrollo de marcas y productos de medicina estética. Una labor centrada en impulsar la innovación y la ciencia con el objetivo de ofrecer a los pacientes una variedad de productos y tratamientos que respondan a sus necesidades.

En esta primera entrega hemos querido tratar cómo afecta la llegada del verano a nuestra autoestima y autopercepción, especialmente tras una larga temporada de confinamiento y encierro, y qué papel juega la medicina estética en esta búsqueda del bienestar. Para ello hemos contado con la colaboración de dos grandes profesionales. Por un lado el psicólogo Josevi Baeza, Psicólogo habilitado sanitario y psicoterapeuta y por otro la Dra. Paula Andrea Benítez, Médico cirujano Especialista en Otorrinolaringología y Medicina Estética.

Con Josevi Baeza hemos querido poner el foco en la importancia que tiene la autoconfianza y en cómo vernos mejor influye en nuestro bienestar de la misma manera que encontrarnos bien y tener una buena autoestima nos hace sentirnos mejor. Además, hemos tratado la importancia que tiene el conseguir un diálogo equilibrado entre belleza interior y exterior de cara a lograr la aceptación, superar complejos y y desenmascarar la realidad de un perfeccionismo que se nos impone socialmente -especialmente desde las redes sociales- y que no deja de ser una trampa.

Por otro lado, con la Dra. Paula Andrea Benítez nos hemos centrado en los tratamientos y cuidados de nuestra figura y rostro, especialmente en verano, poniendo especial atención a los cuidados ante la exposición solar. También hemos conocido cómo los nuevos hábitos que hemos desarrollado a lo largo de estos meses nos han hecho observarnos más y prestar más atención a nuestro rostro y nuestro cuerpo, siendo conscientes de aquello que necesitamos trabajar y mejorar. Y cómo la medicina estética puede ayudarnos a sentirnos y vernos mejor, adoptando un papel mucho más global que atiende no solo a cuestiones puramente estéticas sino de bienestar emocional y recuperación de la confianza.

Podéis escuchar a ambos en el podcast que publicamos hace unos días.

 

Escucha»Presente y futuro de la medicina estética: la innovación. Con Carolina Ladera de Allergan Aesthetics» en Spreaker.

La llegada del verano tras un año de pandemia

«El peor de los males que le puede suceder al hombre es que llegue a pensar mal de sí mismo» Goethe

Venimos de una larga temporada de encierro, de restricciones, en las que nuestras relaciones se han basado en la distancia. De pronto, nos encontramos con un mundo en el que se retoman las salidas, el contacto humano, lo que se suma a la llegada del calor y del verano. Eso implica una mayor exposición corporal y esto es algo que, aunque suele ser algo habitual, tras esta pandemia podría a suponer un problema de confianza y autoestima para algunas personas. El confinamiento, la incertidumbre y el abandono de ciertos hábitos saludables durante este periodo han jugado en contra para esta “`preparación” de cara al verano

Según un estudio realizado por diversas universidades españolas y avalado por el Ministerio de Universidades2, se concluyó que a lo largo del confinamiento había tres comportamientos que habían experimentado importantes variaciones. El primero era el consumo de alimentos de alto contenido calórico, del que se informó un aumento en el 41% de la muestra. El segundo era la realización de ejercicio físico: había disminuido la actividad física en alguna medida en el 46% de la muestra. Finalmente, el tiempo de consumo de televisión mayoritariamente se había incrementado (67%) lo que indirectamente suponía un mayor sedentarismo y todo lo que ello conlleva.
Mujer con mascarilla apoyada en un cristal mirando hacia fuera. Expresión de tristeza o preocupación

La llegada del verano puede resultar un momento crítico para muchas personas y lejos de parecer una cuestión de simple vanidad, el cómo nos sentimos con nuestro cuerpo es una parte esencial que influye en nuestra autoestima y desempeño social. Es cierto que en un mundo perfecto todos nos aceptaríamos tal y como somos, y los estándares de belleza serían totalmente inclusivos. La realidad es que la sociedad en la que vivimos evoluciona más despacio de lo que nos gustaría y sigue rindiendo un enorme culto a la imagen.  

Y aquí es cuando desde una manera multidisciplinar, al llegar un paciente a consulta, debe transmitírsele una máxima que debe ir integrando en su autoimagen: la perfección NO existe al igual que no existe un único estándar o canon de belleza. Comienza un trabajo personal que integra la mejora a nivel físico, así como el ajuste a nivel emocional para lograr interiorizar ese diálogo entre belleza interior y exterior que resulta tan necesario.

La trampa del perfeccionismo y la influencia de los medios y redes sociales

Todos somos imperfectos.

Y no solo eso, sino que aquí entra en juego la importancia de la expectativa vs la realidad: no podemos tener un cuerpo idílico, el deseado, un cuerpo sano cuando comemos mal, no hacemos actividad física, no nos cuidamos.
Con el perfeccionismo estamos persiguiendo conseguir determinados resultados para sentirnos valiosos y esa es la trampa, todos somos valiosos por diferentes motivos.
Se trata de una actitud, influenciada por nuestro entorno, nuestro desarrollo emocional, nuestros referentes y en el momento actual por los modelos presentados por las redes sociales y los medios.
La incidencia de los contenidos expuestos en estas sobre nuestra autopercepción y autoestima es innegable. Se ha demostrado que el mayor tiempo de conexión (algo que hemos experimentado durante esta pandemia) fomenta una baja autoestima. Imágenes que representan estereotipos de belleza presentados como ideales acompañados de estilos de vida difícilmente alcanzables.
Vivimos esta experiencia de perfección con presión, con un esfuerzo continuo y la sensación de fondo de no estar dando lo suficiente, de no llegar nunca al nivel que queremos conseguir. Lo que “necesitamos” para sentirnos válidos es que los demás nos perciban como deseamos y es un aspecto difícil de controlar.

Las consecuencias de ese no alcanzar la perfección o la sobreexposición suponen frustración, baja autoestima, culpa (no he hecho todo lo que podía y si me relajo me siento más culpable aún), obsesión, problemas en las relaciones con los demás, elevados niveles de estrés llegando a suponer un coste tanto para la salud física como para el bienestar emocional.

Trampa elaborada con una caja, un palo y un cordel

La mascarilla

La mascarilla ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Ha pasado de ser un elemento extraño a ser un compañero inseparable e imprescindible para muchos, más allá de su utilidad como elemento protector de salud.
 
Para algunos se ha convertido en un generador de seguridad bajo el cual se sienten protegidos ante una realidad que se presenta incierta, que les genera ansiedad e incluso miedo tras tantos meses de confinamiento. Y estas situaciones se están dejando ver en las consultas de los profesionales.
 
El tener que llevarla ha supuesto anular la visión de la parte inferior del rostro lo que ha hecho que prestemos más atención al cuidado de la piel (15%)3, pero también ha puesto de manifiesto la importancia que nuestra expresión facial tiene a la hora de comunicar y transmitir.
 
Poco a poco hemos tenido que realizar un ejercicio de descubrimiento para reforzar la expresión de todo tipo de emociones tales como sorpresa, tristeza, miedo, ira o alegría, entre otras, al tiempo que hemos tenido que realizar un esfuerzo enorme por aprender a acompañar nuestras palabras con la mirada, hasta un 58% reconoce fijarse ahora más en esta zona4.
 
De repente el foco se ha puesto exclusivamente en esa parte superior del rostro que antes formaba parte de un conjunto, de un todo.

Hemos comenzado a fijarnos mucho más en nuestros ojos y no solo en todas las micro expresiones que acompañan a una mirada, sino en nuestras pestañas, nuestros párpados, entrecejo, frente… y ahí es cuando han comenzado también los cambios de hábitos (o la aparición de deseo de cambio) en cuanto a cuidados, acrecentados por la presión de la aparición de nuevas modalidades de trabajo -y relación- como han sido las videollamadas. 
 
En definitiva, con los ojos transmitimos emociones. Muchas y de manera intensa. Quizás no le estábamos dando ni la importancia que tiene ni nos habíamos percatado de ello con el mismo detalle que estos últimos meses o simplemente no éramos tan conscientes.

Ocho imágenes de una mujer con mascarilla expresando distintas emociones con la mirada
Imagen:Mabel Rodriguez

El teletrabajo

Con la llegada del teletrabajo, de las reuniones virtuales y las videollamadas hemos tendido a fijarnos más en nuestro aspecto (y obviamente en el del interlocutor) con mayor atención y precisión que si de una reunión presencial se tratara5. De pronto, un encuentro a través de zoom o skype nos devuelve nuestra imagen, nuestro reflejo en detalle6. “Así es cómo me veo en realidad y cómo me ven los demás”, puede ser la primera frase que nos pase por la cabeza. El rostro se convierte en nuestra carta de presentación y el aspecto pasa a ser determinante, más que ninguna otra parte del cuerpo.
Ahora bien, mientras que el entorno del hogar genera mayor seguridad al llevarse a cabo en un espacio familiar y controlado, ha aparecido un componente de ansiedad producto precisamente del descontento generado por esa imagen que proyectamos en la pantalla. El teletrabajo y las videoconferencias ha hecho que nos miremos más (23%) y hayamos observado “más líneas de expresión y/o flacidez” (38%).

La medicina estética: más allá de la vanidad

Tras tantos meses en los que el aspecto físico ha pertenecido principalmente al ámbito privado, con la llegada del verano han llegado los llamados complejos estacionales que se han visto incrementados por una temporada especialmente prolongada cargada de estrés y emocionalidad negativa. Especialmente el confinamiento ha causado estragos en la apariencia física de algunas personas. De hecho, el 37% de la población adulta considera que su cuerpo está “peor” que antes. Los motivos principales habían sido estar comiendo más y/o peor y, hasta un 70% dice haber engordado por no haber podido realizar ejercicio físico (62%)7

A esto podemos sumar piel del rostro sin luminosidad, afectada por tanto tiempo en casa sin luz solar natural y excesiva exposición a pantallas; así como cuello y escote descuidados o manos abandonadas, por ejemplo.

Desde esta disciplina apuestan por fomentar y retomar un estilo de vida saludable y equilibrado en el que, además, se goce de un bienestar emocional que acompañe al físico. La primera tendencia que impulsa el mercado de la medicina estética es la búsqueda de una belleza natural, discreta y reversible, motivada por el cuidado de la salud preventiva, consiguiendo una apariencia de calidad de vida natural.  

Actividad física moderada adaptada a la circunstancia de cada uno, una correcta alimentación e hidratación, fotoprotección constante, y, en definitiva, la recuperación de los cuidados a todos los niveles son las recomendaciones más comunes, además, de un buen asesoramiento por parte de un profesional en el caso de decidir recurrir también a la medicina estética.

Uno de sus objetivos de trabajo es servir de apoyo al paciente, independientemente de que acudan a este servicio porque lo necesitan o simplemente deciden optar por un tratamiento estético para verse mejor. Al final se trata de recuperar la confianza, y para ello se debe contar con el asesoramiento de profesionales. Este es un compromiso: una medicina estética basada en la ciencia que pueda cumplir el objetivo de las personas que la utilizan, conseguir un aspecto cuidado, natural y saludable.

Y es aquí donde la medicina estética rompe muchos de los mitos que la han perseguido durante años: una esencia enfocada hacia la vanidad. Lejos de eso, su trabajo consiste en ayudar a que las personas se sientan mejor y que recuperan esa autoconfianza que han perdido.  La medicina estética está evolucionando desde un planteamiento de antienvejecimiento a uno mucho más global de autocuidado acompañando a los pacientes a conseguir su objetivo personal, su mejor versión.

Por último, recordemos que hablamos de salud. Desde aquí siempre defendemos la evidencia y el ejercicio de la práctica sanitaria avalada, por lo que resulta fundamental acudir a centros en los que haya profesionales titulados, especializados, que ofrezcan garantías, criterio y que atiendan tanto a la salud física como bienestar emocional de los pacientes. Cada paciente es único y por tanto el asesoramiento y el diagnóstico debe ser personalizado. Porque cuando hablamos de salud no existen elementos low cost ni atajos.

ACLARANDO CONCEPTOS

Autoconcepto

El autoconcepto es el conjunto de ideas y creencias, opiniones, el concepto o la impresión que la gente tiene de sí misma. Forma la imagen mental de cómo somos, no hace juicios de valor, es un elemento muy cognitivo, presenta la información de manera objetiva y puede ser descrito y expresado a través del lenguaje

Autovaloración

La autovaloración es el resultado de relacionar nuestro autoconcepto con nuestros valores e ideales. En este caso se contrapone lo que soy con lo que me gustaría ser, emitiendo un juicio o valoración. Nuestro crecimiento y evolución personal están muy relacionados con nuestra capacidad para reaccionar constructivamente ante estas valoraciones. En la autovaloración influye el nivel de exigencia que asumimos y cuáles son nuestros estándares para medir y evaluar nuestras experiencias.

Autopercepción

Consiste en cómo se percibe el individuo a si mismo, siendo todos los aspectos personales de gran importancia. Gracias a la autopercepción, un individuo comprende sus emociones, su estado anímico y su situación sentimental. Se produce o se renueva con cada acto, con cada actitud, mientras que la autoestima es una calificación global. A pesar de sus diferencias, ambos conceptos están íntimamente ligados, para bien y para mal. Si nuestra autoestima es demasiado elevada, probablemente nuestra autopercepción nos empuje a considerar nuestros actos de forma favorable, más allá de sus verdaderas consecuencias en nuestro entorno, y viceversa.

Autoestima

La autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida. Nunca va a depender de lo que tienes, de lo que sabes o de lo que eres, va a depender siempre de la aceptación personal.

Es la suma de la confianza y el respeto que debemos sentir por nosotros y refleja el juicio de valor que cada uno hace de su persona. Tiene un gran componente emocional y subjetivo. Es la visión más global y profunda que tenemos de nosotros mismos y, mientras que el autoconcepto sólo se limita a describir una idea de uno mismo, la autoestima es la que nos lleva a valorar de forma positiva o negativa esa idea, siendo más difícil de modificar.

Referencias

1 Título tomado como referencia general e inspiración para elaborar este artículo: “Autoestima: evaluación y mejora”.  Mackey, M; Fanning, P. Ed. Martínez Roca. 1996

2 «Las consecuencias psicológicas de la COVID-19 y el confinamiento. Informe de investigación». Balluerka, N et al. Servicio de Publicaciones de la Universidad del País Vasco. 2020. Rescatado de https://www.ub.edu/web/ub/ca/menu_eines/noticies/docs/Consecuencias_psicologicas_COVID-19.pdf

3,4 «Estudio Belleza y Confinamiento en España». Agosto 2020. Encuesta elaborada sobre una muestra de 600 personas. Oleada 2

5 “El auge de la medicina estética facial, una consecuencia imprevista de la pandemia.” Villanueva, C. Diario la Razón, suplemento especial salud. 2021. Rescatado de https://www.larazon.es/salud/20210407/vdrx7ub5yjdlzfgkkmlf4cfusm.html  

6“El boom de Zoom desencadena un aumento en los procedimientos médicos estéticos”. Austin, S. Entrepeneur. 2021. Rescatado de https://www.entrepreneur.com/article/363382?utm_source=yahoofinance&utm_medium=related&utm_campaign=syndication

7Un alto porcentaje de personas no se encuentra satisfecho con su cuerpo tras el confinamiento”. Infosalus. 2021. Rescatado de https://www.infosalus.com/estetica/noticia-alto-porcentaje-personas-no-encuentra-satisfecho-cuerpo-confinamiento-20210506163126.html

Autor entrada: Vanesa Pérez Padilla

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