El cáncer llega de repente, nunca lo esperas, nunca es un buen momento para que aparezca en tu vida y te la ponga patas arriba, pero es así como sucede, llega sin permiso y tu vida parece que empieza a pasar a cámara lenta ante ti.
Te pones en lo peor desde el primer momento, no estás preparada para esto, (te dices a ti misma), cómo es posible…porqué yo? y lo que es peor…qué he hecho yo para que esto me pase a mi?
Pues no has hecho nada, eso para empezar, no te culpes, no te fustigues, suficiente palo es recibir una noticia de esta envergadura como para que encima tengamos que sentirnos culpables por ello.
Pero sentirse así en un primer momento es normal, todas las personas que hemos pasado por ello tenemos ciertas reacciones similares, por no decir que son idénticas en la mayoría de las veces.
Por suerte para nosotras y para nuestra familia, después lo vivimos de manera distinta, nos tranquiliza el saber que tenemos una posibilidad de seguir viviendo, nos dicen que no hay que dejarse vencer, que no hay que tirar la toalla, hay que seguir adelante, contra viento y marea, hay que ser optimistas y fuertes y entonces… es cuando empezamos a aceptarlo , pero lo más grande y asombroso de todo, es que al final hasta sacamos también cosas positivas de esta enfermedad, os lo aseguro.
Y hoy quería mostrároslo con 19 testimonios de 19 mujeres (me incluyo yo) que han vivido, cómo mínimo, un cáncer de mama durante su vida, y algunas de ellas están todavía en plena lucha..
A todas nos une un mismo vínculo, una misma cosa, un mismo dolor, pero todas hemos sacado lo mejor de esta mala experiencia.
No, no fue fácil, pero tuvimos y tenemos esperanza, siempre la hemos tenido.
Un día como hoy, 19 de octubre, día mundial contra el cáncer de mama, queremos enviar un mensaje de esperanza y apoyo para todas aquellas mujeres que hoy se encuentran en el lugar que nosotras ya estuvimos una vez.
Ana Pili Galve : «mientras hay vida hay esperanza, hay que seguir viviendo el día de hoy a tope pero sin perder la esperanza de que habrá un mañana!!»
Teresa Mas Galipienso: «Ahora sé lo fuerte que puedo llegar a ser, y también sé las grandes amigas que tengo a mi lado».
Carmen Córdova: «Llegó despacio, en silencio, a oscuras y, aunque fue muy duro, me hizo abrir puertas y ventanas a la esperanza acompañada de mi pareja, familia, amigos y a mí misma».
Pepi Prieto Sanabria: «Puso mi mundo patas arriba y marcó un antes y un después en mi vida. A pesar de todo saco todo el partido que puedo a esta segunda oportunidad que muchas compañeras no han tenido».
Miriam Ruiz Larrinaga: «El cáncer me ha dado la oportunidad de ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo que yo.»
Isa Mar : «Te pone la vida del revés, derramas lágrimas por tu familia, por ti…pero te saca fuerzas y coraje, te devuelve la fe en la vida, en la gente…tu gente y te hace conocer a otras con las que te unirá un vínculo para siempre».
Montse Zalaya Bartroli: «He tenido la gran suerte de, durante este tiempo, conocer a gente estupenda que estarán en mi corazón para siempre y que, sin esta enfermedad, no hubiera tenido la suerte de conocerlas nunca!».
Carmen García Carrasco: «No hay mal que por bien no venga, la enfermedad en si es una guerra, pero para vencerla tenemos que sacar lo mejor de nosotras mismas, cosas que ni sabíamos que teníamos. Te autoconoces».
Cristina Ligero Hidalgo: «El pasado quedó atrás, el futuro aún no llegó y hoy tienes la oportunidad de hacer cualquier cosa».
Susana Ameller: «Hay que plantarle cara, como lo hice yo».
Eloisa López: «Este cáncer me ha enseñado muchas cosas y no todas ellas buenas. Pero lo que he aprendido desde el primer momento es que cada día cuenta. Cada día al lado de los tuyos, cada sonrisa, cada momento, cada café con tus amigas, cada mirada cómplice con tu pareja, cada segundo con tus hijos. Por eso, en Instagram, siempre que hablo sobre mí y sobre mi cáncer uso los hashtags #loquedeverdadimporta #momentosynocosas».
María Luisa Martínez Martínez: «Me ha enseñado a amar a la vida».
Laura Parrilla Alvárez: «Aprendí que el cáncer es devastador, pero no es sinónimo de privación… Minusvalía… Muerte. Aprendí que la lástima, conmiseración y autocompasión no tienen cabida en un escenario de tenacidad, optimismo, fortaleza. Aprendí dolorosamente a identificar a los amigos. Hubo quienes se despidieron diciendo «no puedo soportar tu enfermedad… Es muy doloroso para mí… Puta madre!!! El cáncer hizo que me diera cuenta qué tipo de arañas creía de «amigos».
Susana Rodríguez: «Caí en picado, después resurgí cual mariposa alzando su vuelo, fuerte y optimista, que crece día a día viviendo y disfrutando el momento, fuerte en salud y en espíritu».
Rosa Moreno: «Lo único positivo para mí ha sido que no sabía que era tan fuerte».
Tony Izquierdo Rubio: «Cuando me confirmaron el diagnóstico, frené en seco, me sacudí el miedo, tenía que mirar de frente al enemigo, la vida me volvía a dar un regalo… la oportunidad de pelear por ella, de vivirla».
María dolores Lamas Castro: «Yo añoro mi vida de antes,al cáncer no le puedo agradecer nada,mi escala de valores no me la cambió pero el miedo se instaló en mi vida. Pero como no puedo cambiar las circunstancias de la vida lo que hago es mirar la vida desde otro ángulo con el fin de transitar lo mejor posible por este camino que me tocó.
Lo mejor, sin duda, son todas estas mujeres que me ayudaron desde el primer día con sus respectivas experiencias. Lo que, en un principio, fueron compañeras de ruta hoy se convirtieron en AMIGAS DEL ALMA».
Margarita Díaz: «Me di cuenta del tiempo que perdemos en cosas absurdas y que, hasta ese momento, nos parecían importantísimas. ¿Qué importa si tenemos unos kgs. de más? Estamos bellas por dentro. ¿Qué importa si tenemos menos dinero en el banco? Lo bueno es tener tiempo de gastarlo. ¿Qué importa si algunas personas dejan de mirarte? Seria que no merecían la pena y a cambio conocemos a personas absolutamente maravillosas y te rodeas de amigos y familia que te quieren sin más. ¿Qué importa si el pelo ya no te luce en la cabeza? Estás estupenda con pañuelos y sombreritos. ¿Qué es lo que importa? LA VIDA con mayúscula».
Yolanda Romano (Paris): «Rodearse de buena gente no es lo principal, lo importante es que las buenas personas se quedan contigo, aquellas que se quedan a tu lado para lo bueno y para lo malo, me llevo mucho de cada uno de ellos».
Aquí lo tenéis: 19 testimonios para demostrar que un día como el de hoy se puede tener esperanza. ¡Gracias chicas!
Puedes seguir leyendo a Paris en su blog; Diario de una maternidad y un lazo rosa.