Un día más, contamos con la colaboración de la Dra. Alexandra Izquierdo, ginecóloga y especialista en fertilidad en la clínica ProcreaTec de Madrid desde su blog Objetivo Embarazo. Hoy hablamos sobre del estudio básico de fertilidad? ¿Por dónde empezamos?
Ya ha pasado un tiempo desde que empezasteis a buscar el embarazo pero no hubo éxito así que habéis decidido localizar una clínica para conseguir ayuda pero… ¿Qué hay que hacer ahora? ¿Cómo sigue el proceso?
En este punto hay que hacer un parón y pensar en que iniciamos un nuevo proceso. A partir de este momento será cuando empecemos a focalizarnos en lograr el embarazo afrontando las dificultades conocidas y los tratamientos indicados. Deberíamos intentar evitar sumar los años que hemos pasado buscando embarazo, esto sólo nos generará más angustia y en ningún caso nos ayudará a lograr nuestra meta.
Así pues, partiendo de cero, tenemos que iniciar un estudio básico de fertilidad que nos ayude a descubrir las posibles causas de esterilidad.
Sin embargo, en numerosas ocasiones no logramos descubrir una causa que explique en su totalidad el fallo reproductivo. Por ejemplo, la obstrucción de trompas en la mujer o la ausencia de espermatozoides en el varón. En la mayoría de ocasiones, el fallo viene determinado por múltiples pequeñas causas que por sí solas no hubieran supuesto un problema, pero que al concentrarse conducen a esta situación. Es el caso de las alteraciones de la ovulación, de la reducción de la movilidad o recuento espermáticos, etc… De hecho, la probabilidad de embarazo mensual en las parejas fértiles se sitúa entre un 15 y un 20%, de lo que se deduce que la fertilidad de la especie humana es bastante limitada.
El inicio del estudio de la pareja con problemas reproductivos debe realizarse evaluando a ambos miembros de la pareja. En algunas ocasiones, mientras realizamos las pruebas relativas al estudio de esterilidad nos encontramos con otras patologías asociadas, de las que la esterilidad es sólo una de sus manifestaciones (malformaciones del aparato genital, alteraciones cromosómicas, endocrinopatías, tumores…). Esto es importante, ya que nos obligará a tratar la patología en un primer momento, antes de intentar buscar la gestación.
Las pruebas fundamentales a realizar en el estudio básico se inician en ocasiones en la primera visita. En este momento debemos realizar una historia clínica completa que incluya a ambos miembros de la pareja, estudiando sus antecedentes familiares y los antecedentes médicos y quirúrgicos personales. La toma de fármacos, el consumo de tóxicos, la posible exposición a factores ambientales y determinadas profesiones, también son condicionantes de la fertilidad. Debemos recoger la historia menstrual, contraceptiva y de fertilidad de la pareja y los hábitos sexuales. La edad de los pacientes también será determinante para orientar el tratamiento.
La primera visita es también una buena ocasión para realizar la primera prueba diagnóstica a la mujer. Una ecografía transvaginal nos permitirá evaluar el aparato reproductor femenino: útero, trompas y ovarios, con la finalidad de descartar la presencia de alteraciones que pudieran explicar el fallo reproductivo. Asimismo, podremos valorar la reserva ovárica y establecer un pronóstico orientativo en cuanto a los resultados de los tratamientos que vayamos a aplicar.
Tras la primera visita, el especialista orientará a los pacientes sobre las pruebas complementarias indicadas en cada caso. De forma habitual se necesitará una valoración más detallada del estado reproductivo de la mujer, mediante un estudio hormonal y por otro lado un estudio del seminograma del varón.
Los resultados obtenidos en cada una de las pruebas nos orientarán hacia el posible tratamiento indicado.
Si necesitáis algún consejo personalizado por mi parte o por parte de nuestro equipo de fertilidad, no dudéis en contactarnos. Podéis dejarnos vuestras dudas en los comentarios o bien por email a [email protected].
¡Seguimos con el Objetivo Embarazo!