La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la adherencia al tratamiento como el cumplimiento del mismo; es decir, tomar la medicación de acuerdo con la dosificación del programa prescrito; y con persistencia, tomar la medicación a lo largo del tiempo.
La adherencia al tratamiento se ha situado como un problema de salud pública y, como subraya la OMS, las intervenciones para eliminar las barreras a la adherencia terapéutica deben convertirse en un componente central de los esfuerzos para mejorar la salud de la población y para lo cual se precisa un enfoque multidisciplinar. Se reconocen dos categorías de incumplimiento: evitables (olvido, mala interpretación) y no evitables (eventos adversos graves).
Los pacientes con enfermedades crónicas cumplen de media con el 50% a 60% de los tratamientos farmacológicos indicados. Esto conlleva resultados clínicos adversos, aumentos en los costes de la atención y consecuencias perjudiciales para la productividad y la salud pública.
La incapacidad de identificar y remediar el incumplimiento es más común en terapias farmacológicas con dosis mayores de medicamentos. Esto trae aumentos en el coste de los tratamientos, en el riesgo de eventos adversos, en los diagnósticos equivocados y, en casos extremos, en tratamientos innecesarios, agravamiento de la enfermedad y mortalidad.
La magnitud del incumplimiento y sus consecuencias son tan alarmantes que mejorar el cumplimiento de los tratamientos existentes traería mayores beneficios mundiales que el desarrollo de nuevos tratamientos médicos.
Las intervenciones para mejorar el cumplimiento son más eficaces para tratamientos de corto término que para los de largo plazo de las enfermedades crónicas. Estas deben incrementar la participación del paciente, mejorar sus habilidades y las conductas de la toma de los distintos fármacos y mejorar la autoevaluación y las correcciones, tanto en los pacientes como en los médicos, respecto del uso de los medicamentos.
Evaluación de la adhesión al tratamiento y estrategias para evitar el incumplimiento de las prescripciones
Mediante la evaluación de la adhesión al tratamiento se pretende conocer cuál es el grado de seguimiento del paciente de las prescripciones médicas y su implicación en el régimen terapéutico.
Cuando se detecta una baja adherencia que puede incidir negativamente en la mejoría del enfermo, se deben identificar los factores que están influyendo. Para ello, es importante conocer las características del tratamiento prescrito, las conductas más problemáticas para el paciente, la reacción del enfermo y la respuesta del entorno entre otras. En base a la información recogida, se seleccionan las estrategias adecuadas para mejorar la adhesión. Es importante realizar una evaluación periódica, con el objetivo de comprobar los efectos y posibles problemas de las técnicas utilizadas para mejorar la adherencia.
Las estrategias orientadas a evitar que el paciente incumpla las prescripciones médicas son:
- Aumentar la probabilidad de que el paciente acuda a la consulta, mediante llamadas telefónicas, cartas recordatorias, videollamadas…
- Asegurarse de que comprende correctamente las recomendaciones y conductas prescritas. Para ello la información proporcionada debe ser clara y precisa. Conviene realizar preguntas para comprobar la comprensión y para detectar posibles problemas que puedan afectar al tratamiento.
- Establecer una relación afectuosa y cordial con el profesional de la salud, lo cual ayuda a que se presente una actitud más favorable hacia las visitas médicas y el contexto hospitalario.
Es importante que el paciente sea visitado siempre por el mismo médico hasta que finalice el tratamiento y que el tiempo de espera en la consulta sea el menor posible. En los problemas de salud infantiles, es conveniente crear un ambiente en el que el niño enfermo y sus familiares cercanos intercambien opiniones y discutan sobre los problemas, miedos y preocupaciones respecto a la enfermedad, el tratamiento, los riesgos que implica, los cambios que supone en la vida diaria, etc.
Estrategias de mejora
Una vez que se ha detectado una baja adhesión al tratamiento, se pueden poner en práctica estrategias para conseguir un mayor seguimiento del régimen terapéutico:
- Señales ambientales. Desde carteles indicadores que recuerden las tomas de medicación o la realización de tareas prescritas y el momento de hacerlas. Es eficaz cuando es un problema de olvido y en tratamientos cortos. También pastilleros, alarmas, aplicaciones, resultan útiles para recordar las tomas
- Minimizar la complejidad del tratamiento. El seguimiento es más probable cuanto más sencillo resulte el tratamiento. Cuando el tratamiento no se pueda simplificar, es conveniente llevarlo a cabo en varias fases o ir aumentando el número de conductas o la complejidad de éstas de forma progresiva (aproximaciones progresivas).
- Adecuar el tratamiento a las peculiaridades del paciente. El régimen terapéutico más adecuado es el que interfiere menos en la vida diaria.
- Promover y mantener una buena relación con el profesional de la salud. Éste debe reforzar los avances y el seguimiento de las prescripciones por parte del paciente, utilizando los reforzadores sociales (felicitaciones, muestras de afecto, elogios) y materiales.
- Las técnicas conductuales han demostrado su efectividad asumiendo que cuando una conducta va seguida de una consecuencia positiva o elimina una situación desagradable se aumenta su frecuencia.
- La alfabetización en salud. Las intervenciones incluyen materiales educativos con imágenes, fáciles de entender, explicaciones en términos sencillos, presentaciones audiovisuales, la generación de ambientes para que los pacientes y practicantes viertan sus preguntas y dudas y el entrenamiento sobre formas de comunicación a todos los responsables involucrados en el sistema de salud. La inclusión de un miembro de la familia aumenta la eficacia. Pedir demostraciones y repeticiones de la información al paciente o acompañante asegura que ésta fue escuchada y entendida. Por regla general, se deben priorizar y limitar los puntos claves en cada interacción a tres o menos. Las personas tienen mejor comprensión y toman mejores decisiones cuando se les presenta primero la información importante, ésta es fácil de evaluar y requiere un esfuerzo cognitivo menor.
El cumplimiento del tratamiento farmacológico es una responsabilidad y un objetivo compartido por todos los miembros del grupo de salud: paciente, familia y profesionales sanitarios.
FUENTES: