«Es imprescindible la divulgación para conseguir que los avances científicos tengan impacto en la sociedad»

*Jorge Solís y Leticia A. Fernández, científicos investigadores expertos en temas de corazón – Foto, Gorka Lejarcegi

 

Jorge Solís (Madrid, 1974) y Leticia A. Fernández (Gijón, 1977) se conocieron hace diez años en Estados Unidos mientras disfrutaban de una beca. Ambos, cardiólogos enamorados de la ciencia, trabajan desde entonces codo con codo y han conseguido posicionarse a la vanguardia de la investigación científica en el campo de la cardiología. También en el de la divulgación gracias a trabajos como el reciente libro que acaban de publicar en la editorial La esfera de los libros, ‘La salud de tu corazón. Prevenir, curar, investigar’. Lejos de ser un manual complicado, el libro pretende llegar a todo tipo de público para, entre otros, «poder enseñar lo que es el corazón de una forma sencilla, y la importancia de cuidarlo».

 

Por Diana Oliver

He leído que cariñosamente os llaman “el matrimonio que arregla corazones”. Os conocisteis en la Universidad de Harvard, cuando investigábais allí gracias a una beca. Os casasteis y ahora sois padres, y combináis vuestro trabajo en el hospital junto a la investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC). ¿Cómo se combina todo esto con seguir en la vanguardia de la ciencia?

No es fácil, es un esfuerzo extra pero es cuestión de organización y pasión. Intentamos establecer un equilibrio entre los dos y compartir tareas de la consulta, de la investigación, personales y familiares. Es decir, nos complementamos. El esfuerzo es mas fácil cuando lo que hace uno le apasiona, y además cree en ello. Abarcar tanto la clínica como la investigación también te hace ser mejor médico y estar actualizado a los nuevos avances.

El esfuerzo es mas fácil cuando lo que hace uno le apasiona, y además cree en ello.

También habéis encontrado hueco para escribir y acabáis de publicar ‘La salud de tu corazón’. Reconocéis en la introducción del libro que la propuesta de su publicación al principio os sorprendió pero luego aceptasteis el reto con gran ilusión. ¿Qué os gustaría llegar a lograr con él?

Nos gustaría llegar a todo tipo de público, poder enseñar lo que es el corazón de una forma sencilla, y la importancia de cuidarlo. También enseñar pautas de cómo cuidar nuestro corazón, lo que debemos y no debemos hacer, porque cualquier persona, empezando por uno mismo, puede llegar a tener una enfermedad del corazón. También transmitir la visión del cardiólogo en la consulta. Es clave saber escuchar para poder tratar bien a nuestros pacientes.

Acerca de esa necesidad de escuchar, dices Jorge que en tu tercer año de universidad tu padre, cardiólogo también, te invitó a pasar consulta con él los sábados por la mañana y que allí aprendiste que “Lo primero era tratar pacientes, no enfermedades”. ¿Hasta qué punto es importante la empatía hacia quien está al otro lado de la mesa?

Es fundamental que el cardiólogo se ponga en la posición del paciente e invierta tiempo en escucharle. Además de entender los síntomas, el cardiólogo podrá comprobar cómo el paciente vive la enfermedad o el apoyo familiar o social con el que cuenta. De esta forma se podrá realizar una cardiología individualizada. En este sentido, uno de los aspectos que más destacamos en el libro es la importación del factor humano en la medicina. Es cierto que en nuestra práctica diaria estamos rodeados de tecnología que está cambiando la forma de enfrentarnos a la enfermedad y de ayudar a los pacientes. Sin embargo, no podemos olvidar que tratamos con personas que necesitan mantener la relación médico-paciente para vencer los momentos más difíciles de la enfermedad.

Un gran reto

Qué difícil parece hacer de algo tan complejo como es el saber del corazón, algo que llegue al común de los mortales. ¿Asusta la responsabilidad de hacer de la divulgación una herramienta de prevención más? ¿Cómo llegar no sólo a pacientes o profesionales si no a la población en general?

Creemos que es imprescindible la divulgación para conseguir que los avances científicos tengan impacto en la sociedad y que realmente sirvan para mejorar nuestras vidas. En este sentido, un libro de divulgación es un gran reto y responsabilidad. Han sido dos años de trabajo, reflexión e ilusión por transmitir nuestros conocimientos y la forma en que vemos el corazón, tratamos a los pacientes y luchamos por avanzar desde el punto de vista de la investigación.

Para llegar a la población en general es imprescindible la labor de los periodistas. Deberíamos ser capaces de que los medios de comunicación vieran el potencial de un libro como este, que se lo leyeran y pensaran “realmente podemos aportar nuestro granito de arroz” en la salud cardiovascular. Nosotros vemos la investigación como un trabajo en equipo en el que la divulgación es el eslabón final que realmente puede ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. En el libro reflexionáis sobre las tres esferas principales del corazón: la salud, la enfermedad y la ciencia (prevenir, curar, investigar).

Nosotros vemos la investigación como un trabajo en equipo en el que la divulgación es el eslabón final que realmente puede ayudarnos a conseguir nuestro objetivo.

¿Cómo puede ‘La salud de tu corazón’ ayudar a quienes quieran cuidar su salud?

Les puede ayudar en varios aspectos. El primer objetivo, desde la esfera de la salud, es que el lector se acerque a su corazón y al mundo que rodea al cardiólogo de una forma natural. Actuar desde la prevención, para conseguir evitar la enfermedad a través de conocer y controlar los factores de riesgo cardiovascular. Aunque mostramos la realidad de algunas estadísticas, intentamos motivar al lector para que mejore su salud cardiovascular y concienciarle para pedir ayuda.

Otro objetivo, desde la esfera de la enfermedad, es hacer entender al lector cómo funciona el corazón para saber dónde y por qué puede enfermar. Es un punto de partida para resolver muchas de las preguntas que pueden surgir en el día a día a pacientes, familiares o a personas ajenas a la enfermedad.

Finalmente, desde la esfera de la ciencia, queremos abrir una ventana a la investigación desde la motivación, remarcando la figura del mentor como motor del avance científico. Así, el lector puede entender cómo la investigación del laboratorio puede llegar a la consulta del cardiólogo, y cómo la experiencia de éste puede inspirar líneas de investigación que empiezan de nuevo en el laboratorio.

¿Creéis que hay grandes mitos aún, pese a la mayor información y divulgación, en la sociedad con respecto a la salud del corazón?

La verdad que efectivamente siguen existiendo algunos mitos que debemos eliminar. Por ejemplo, en el campo de la prevención, cuidar tu corazón no es sinónimo de llevar una vida llena de restricciones y sacrificio, todo lo contrario, ser capaces de alcanzar unos hábitos saludables, como ejercicio, dieta sana, etc., nos hace sentir mucho mejor y eso nos traerá más felicidad. Otro mito es que las enfermedades del corazón se relacionan exclusivamente con los hombres.

Hoy en día, las mujeres se están igualando en estadísticas a los hombres, de hecho, la primera causa de mortalidad en la mujer es la enfermedad cardiovascular. Todavía queda camino por recorrer en la salud del corazón, y con la ayuda de este tipo de libros esperamos poder combatir estos y otros mitos.

Ser capaces de alcanzar unos hábitos saludables nos hace sentir mucho mejor y eso nos traerá más felicidad.

 

¿Es importante la información para lograr una buena prevención contra las enfermedades del corazón?

La información es la clave. Si desconocemos cómo debemos actuar y cómo nuestro corazón puede sufrir, no será posible su prevención. Esta información debe venir del ámbito sanitario para favorecer las mejores pautas y consejos de una forma personalizada según los riesgos de cada individuo. No es fácil cuando una persona se encuentra bien, preocuparse de su salud, pero es el momento ideal dado que el objetivo tiene que ser mantener el buen estado de salud.

La divulgación en relación con la prevención, la enfermedad o la investigación cardiovascular por parte de los medios de comunicación podría ir de la mano de grandes profesionales sanitarios para conseguir que los mensajes principales lleguen a todos los rincones de la población. “Sólo tenemos un corazón y hay que cuidarlo, sobre todo, hay que saber cuidarlo”.

 

*Jorge Solís y Leticia A. Fernández a ambos lados del doctor Valentín Fuster, autor del prólogo del libro.

 

He leído que se ha incrementado la prevalencia de la insuficiencia cardiaca en España en la última década. ¿Aún nos cuesta aprender a cuidarlo o este dato tiene más que ver con el aumento de la esperanza de vida?

Son varios los puntos a tener en cuenta. Es cierto que aunque la prevención cardiovascular está mejorando y cada vez llega a mas número de personas, puede ser difícil ser constantes y evitar la enfermedad. De ahí la importancia de las campañas de prevención en los medios, en las sociedades científicas o gracias a proyectos como este libro. Por otro lado, hemos conseguido mejorar la esperanza de vida de la mayoría de las patologías relacionadas con el corazón, evitando un gran número de muertes cada año. Así, son mucho más los supervivientes de eventos agudos, como un infarto agudo de miocardio, sin embargo, esto también conlleva que haya más pacientes que puedan desarrollar otro tipo de síntomas más crónicos a lo largo de su vida, donde hoy en día las unidades de insuficiencia cardiaca juegan un papel fundamental.

¿”Educar” a los pacientes sobre el manejo de su enfermedad mejoraría la calidad de vida de estas personas o reduciría su riesgo de mortalidad?

Por supuesto, es una de las claves para conseguir que un paciente con una enfermedad del corazón pueda llevar una vida prácticamente normal. El desarrollo de unidades específicas dentro de la cardiología, como las unidades de insuficiencia cardiaca, valvulopatías o rehabilitación cardiaca entre otras son fundamentales para mejorar la educación del paciente.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo relacionados con las enfermedades del corazón?

Los principales factores de riesgo cardiovasculares, se pueden clasificar en factores no modificables, como el sexo masculino y la edad, sobre los que no podemos actuar y factores modificables, como el aumento de la tensión arterial, el aumento del colesterol, el aumento del azúcar o diabetes y el ser fumador, los que están íntimamente asociados con el sedentarismo, falta de ejercicio y la obesidad. Como su nombre indica, todos estos factores modificables, pueden ser controlados y evitados, por lo que es importante conocer los métodos para hacerlo, como se muestra en este libro. De hecho, nuestras ultimas investigaciones apuntan a que el principal factor modificable que es responsable de tener placas de colesterol en nuestras arterias es el colesterol malo o “LDL”, y sobre el que siguiendo los consejos de este libro podemos actuar.

 

Autor entrada: Mónica

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