No es fácil. Tenerlos encerrados en casa, con una cuota de libertad al aire libre de una hora, se hace complicado y más a medida que llegue el buen tiempo. Si a eso sumamos las tareas escolares y ayudar en la casa, la cosa se complica aún más. Y los más pequeños, niñas y niños de entre 4 y 7 años, sucumben fácilmente a la tentación de la pantalla, los videojuegos o cualquier distracción similar.
La perseverancia, la capacidad de mantenerse atento a una tarea, es fundamental para su futuro éxito y es una característica que se puede aprender. Pero en estos tiempos se contrapone con la inmediatez de internet y el bombardeo de tentaciones digitales. Eso hace que para los más pequeños y pequeñas sea muy complejo concentrarse en una tarea y si esta no les gusta mucho, pues hiel sobre tachuelas. ¿Cómo resolver este problema? Con disfraces. Cuatro expertas del Instituto de Desarrollo Infantil de la Universidad de Minnesota (Rachel E. White, Emily Prager, Stephanie M. Carlson y Catherine Schaefer) llevaron a cabo un experimento. Les dieron a 180 niños y niñas de entre 4 y 6 años la misión de llevar a cabo una tarea aburrida y repetitiva. Pero si querían podían tomarse pausas para jugar con una tableta que tenían en otra habitación. Los menores fueron divididos en tres grupos. El primero era de control, en el que debían pensar en sus sentimientos mientras realizaban la tarea y se preguntaran si lo estaban haciendo bien. El segundo debían hacer lo mismo pero pensar en ellos mismos en tercera persona: si el nombre de la niña fuera Clara debían pensar: “¿Lo está haciendo bien Clara?”. Y en el último grupo podían elegir un disfraz: Batman, Dora la Exploradora, Bob el Constructor…etc.
A todos se les dijo: «Esta es una actividad muy importante y sería útil si trabajasen duro en esto durante el mayor tiempo posible». La perseverancia se midió como el tiempo dedicado a la tarea de trabajo.
Los resultados mostraron que quienes menos éxito tuvieron en la perseverancia fueron los del primer grupo, luego los que se dirigían a sí mismos en tercera persona y finalmente los que lograron completar la tarea en menos tiempo y con menos distracciones, fueron los que se disfrazaron.
“Los niños a los que se les pidió que reflexionaran sobre la tarea como si fueran otra persona tenían menos probabilidades de disfrutar de una gratificación inmediata y más probabilidades de trabajar hacia un objetivo relativamente a largo plazo – señalan la autoras, en el estudio –. Podría ser que pretender ser otra persona permite una mayor separación de la tentación. Una segunda explicación potencial es que los niños disfrazados se identificaron con los rasgos de los personajes y quisieron imitarlos”.
También puede haber una tercera explicación: al disfrazarse la actividad se convierte en un juego. Y para aprender, desde matemáticas a responsabilidades, el juego es el mayor recurso pedagógico.
El estudio también mostró algo que padres y madres sabemos de sobra, pero a veces olvidamos: crecen en un instante. Los niños y niñas de seis años dedicaron aproximadamente la mitad de su tiempo a la tarea en comparación con los de cuatro años que dedicaron aproximadamente una cuarta parte de su tiempo a la tarea. Esto no es sorprendente teniendo en cuenta el desarrollo cognitivo en apenas dos años.
1 thoughts on “El efecto superhéroe en la infancia o cómo lograr que se concentren”
caja de dientes de leche
(18 mayo, 2021 -10:21 am)Wow, voy a empezar a usar esta técnica para que mis pequeño aprendan mates, hacer un poco más modo juego y que les empiece a gustar. Muchas gracias!