«La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo». Esta afirmación tan categórica es de la Organización Mundial de la Salud, que alertaba hace solo unos meses de que esta resistencia está aumentando en todo el planeta «a niveles peligrosos», un hecho que pone en riesgo la capacidad sanitaria para tratar enfermedades infecciosas comunes y que hasta ahora no presentaban mayores complicaciones. La problemática ha alcanzado tales dimensiones que la propia OMS la ha calificado como de «alta prioridad». No en vano, en 2015, La Asamblea Mundial de la Salud aprobó un plan de acción mundial en ese sentido que, entre otros aspectos, tiene como objetivo optimizar el uso de los medicamentos antimicrobianos.
Y con ese objetivo en mente, el de optimizar el uso de antibióticos, se están empezando a poner en marcha muchas medidas, programas y estudios a nivel sanitario. Un ejemplo es el de la investigación llevada a cabo por miembros de la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) en el área de Valladolid Este, que ha demostrado como el uso del test de diagnóstico rápido de detección antigénica de estreptococo en las consultas de pediatría puede reducir de forma exponencial la utilización de antibióticos en niños. Los resultados son tan contundentes que desde SEFAP no han dudado en pedir la implantación y la extensión de este test en todas las consultas de pediatría.
“Lo que ocurre es que hasta ahora, el diagnóstico de las faringoamigdalitis estreptocócicas se realizaba en base a la sintomatología del paciente, lo que provoca que el diagnóstico no sea certero, sino solo una aproximación. De ahí la importancia del test”, sostiene Ana María Ruiz San Pedro, coautora de la investigación. Y el diagnóstico certero es fundamental, porque de él depende que el uso de antibiótico sea acertado o no. Las faringoamigdalitis estreptocócicas, que son las que precisan tratamiento antibiótico, son menos frecuentes en la población pediátrica que las víricas. Sin embargo, por la dificultad que entraña el diagnóstico sin test, muchas veces se receta antibiótico para casos víricos que no lo precisan.
Reducción del 86% en el uso de antibióticos
Durante el estudio, llevado a cabo entre abril de 2017 y marzo de 2018 en los centros de atención primaria de Valladolid Este, en las consultas de pediatría vallisoletanas se realizaron 819 test de diagnóstico rápido de estreptococo, de los cuales solo uno de cada tres resultaron positivos y precisaron tratamiento antibiótico.
«Los resultados son tan contundentes que desde SEFAP no han dudado en pedir la implantación y la extensión de este test en todas las consultas de pediatría»
Este dato, según apunta Ruiz San Pedro, muestra que la introducción del test en las consultas de pediatría permitió “con la confirmación diagnóstica, evitar aproximadamente dos tercios de los tratamientos que se hubieran instaurado con un diagnóstico exclusivamente clínico” en el caso de faringoamigdalitis víricas. La coautora destaca también al respecto la importancia de los resultados de la investigación en sentido contrario, ya que el estudio demostró que un 8,3% de los pacientes que precisaban antibiótico no habrían sido tratados inicialmente si se hubieran seguido los criterios clínicos. Y ello con el riesgo que conlleva, porque una de las complicaciones derivadas de la faringoamigdalitis estreptocócica no tratada es la fiebre reumática. Al final, como argumenta la farmacéutica, “es tan importante no tratar de más como no tratar de menos”.
La eficacia del test en la optimización del consumo de antibióticos en faringoamigdalitis pediátrica está por tanto, para los autores, fuera de toda discusión. No en vano, en la investigación se comprobó cómo su utilización consiguió reducir considerablemente el uso de antibióticos y contribuyó con ello a frenar «el desarrollo de resistencias, efectos adversos evitables y a reducir el gasto farmacéutico innecesario”.
Concretamente, tras la introducción del test en las consultas de pediatría, la prescripción de antibióticos en el área de Valladolid Este se redujo en un 12% respecto al año anterior, mientras que en el caso concreto de los fármacos utilizados en la faringoamigdalitis esa reducción se elevó hasta el 86,6%.