Los meses, las semanas, los días, las horas pasan volando.
Vivimos la vida de forma acelerada pero siempre andamos lamentándonos por lo rápido que pasa el tiempo. Y lo peor es que se lo transmitimos a nuestros hijos llevándoles a vivir su vida también de esa forma.
Merece la pena reflexionar, esforzarse y hacer algunos pequeños cambios para que nuestros peques vivan su vida de otra manera.
¿Es posible una vida más slow para ellos?
Sigue leyendo el post de
Historietas de mamá. Y danos tu opinión sobre este tema: ¿tus hijos tienen jornadas llenas de actividades y planes? ¿Van corriendo a todos lados como nosotros? ¿Ves posible otro ritmo de vida o es inevitable teniendo en cuenta nuestras obligaciones?
¿Qué opinas?
Cuéntanoslo, queremos conocer tu experiencia!