Hola a todos!
Hoy, mientras veía este vídeo del cómico Louis C.K en el late night de Conan hablando sobre el efecto que ha tenido en su hija que él haya dejado Internet, reflexionaba sobre el efecto que nuestros hábitos con nuestros dispositivos, nuestra disponibilidad casi continua de Internet y nuestra conexión constante tienen en la relación con nuestros hijos.
Louis C. K habla, con su inimitable estilo, de por qué ha sentido la necesidad de controlar su acceso a Internet en vez del de sus hijas (algo que todos los padres empezamos a plantearnos según van creciendo). Nos cuenta que se dio cuenta de que algo no iba bien cuando «estar conectado» suponía que tu hija «dejara de existir» mientras estás consultando el dispositivo.
Además de reírme un rato con él, porque siempre lo consigue, también me ha hecho pensar. Un poquito.
¿Cómo está afectando nuestra relación -cada vez más intensa- con Internet, en nuestra relación con nuestros hijos? ¿Dónde está el equilibrio? ¿Existe acaso? ¿Cómo vamos a enseñar a nuestros hijos a que tengan un comportamiento sano con las Redes si los adultos vivimos inmersos en ellas casi sin control? ¿Seríais capaces de dejar Internet? ¿Os lo habéis planteado alguna vez?
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