30 Padres 30 Días – Entrevista 6
Hoy traemos la sexta entrevista de la campaña #30Padres30Días que hemos iniciado junto a Papás Blogueros.
Hemos creado esta campaña basada en el #30Fathers30Days de The Pixel Project para:
– Dar visibilidad a la paternidad implicada
– Resaltar los beneficios que esta genera en el padre, su familia y su entorno
Durante todo el mes iremos alternando las publicaciones de las entrevistas entre Madresfera y Papas Blogueros.
Hoy os traemos el testimonio de Mariano Pelado.
La biografía de papá
Soy Católico, Marido y Padre de dos hijos. Nunca lo fui antes y menos por este orden. Hasta hace relativamente poco, ni tan siquiera creía en la Familia como mayor institución en la vida de todo ser. Pero el proceso de la conversión y la llegada de los hijos, hizo que cada día amase más el matrimonio y gracias a eso, a mis hijos. Decidí escribir DICEN QUE SOY, PAPÁ! para explicar mis vivencias y añadir una hoja de ruta que debía seguir ya que soy muy despistado. Me encanta formarme sobre la Familia y la Educación de los hijos.
¿Qué es lo mejor para ti de ser padre?
No es un tópico. Ser padre es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. He tenido y hecho de todo, pero como esta experiencia ninguna. Para un católico, el regalo que Dios nos ha dado teniendo hijos es el summum del amor que tenemos en el matrimonio. Ver nacer una vida, en parte tuya y completamente independiente. Una personalidad que has de guiar aportando lo mejor de ti, pero dando libertad para que crezca como personas. La oportunidad de descubrir realmente lo que es el amor incondicional y sin esperar nada a cambio. El volver a mirarte cuando eras pequeño reflejado en los actos de tus hijos. Y desde un punto de vista egoísta, es el complemento que falta a todo hombre para realizarse gracias a esas criaturitas que cada día te buscan y dicen papá.
Un padre suele ser el primer referente masculino en la vida de una persona; además, los padres tienen un impacto muy importante en las actitudes que desarrollan sus hijos varones en sus relaciones con niñas y mujeres. ¿Cómo ha sido la influencia de tu padre en la manera en la que ves y tratas a las mujeres y las niñas?
Mi padre lo fue todo para mí. Nunca llegué a plantearme su papel como el de un padre comprometido en la educación, pero haciendo, con su modelo de vida y el hacer diario, me enseñó muchos valores que siguen vigentes y se transmitirán entre nuestras generaciones. Amaba sobre cualquier cosa a mi madre, y eso lo veíamos todos, incluso los que venían de fuera. Más que a nosotros, y con el paso de los años me di cuenta que era lo mejor para que todo funcione bien. Amar más a tu mujer que a tus hijos, de esta forma los quieres más cada día. Respetaba a mi madre sobre todas las cosas, la cuidaba y protegía, pero también le daba alas y ayudaba a crecer personalmente. Hacían muchas cosas, podríamos decir todas, juntos y aunque había acontecimientos que no le gustaban, allí estaba el con tal de acompañarla. Nunca nos mostró el más mínimo acto de superioridad en lo que hoy se denomina “de género”. Amaba tanto a mi madre porque era su complemento, una prolongación de él, así es como deberían verse siempre las relaciones en la pareja. No existía el egoísmo personal.
Muchas comunidades y grupos de activistas alrededor del mundo reconocen que la violencia hacia las mujeres NO es un asunto de mujeres, sino de derechos humanos y potencian el papel de los varones para detener la violencia ¿Cómo piensas que los padres y otros referentes/modelos masculinos pueden ayudar a los adolescentes y a los niños a tomar interés y dar un paso al frente para prevenir y acabar con la violencia hacia niñas y mujeres?
En casa no luchamos contra la violencia de género, ni por la igualdad. Lo siento. No estamos a favor de la discriminación positiva. No luchamos por la igualdad, porque todos somos iguales, no hace falta remarcarlo. Respetamos y amamos a todos los miembros de la unidad familiar por ser quienes somos. Esto lo extendemos para que lo vean en las familias que nos acompañan en el trascurso de nuestra vida. Ese es el papel más importante, si tuviésemos que hablar de igualdad, algo está fallando ya en el núcleo educacional de nuestros hijos. El respeto, el ponerse en la piel del prójimo, el trato, el trabajo por igual en las tareas de casa (cada uno con las cosas que sabe hacer y las edades que tiene). Más que charlas, lo importante es el ejemplo. Por eso, para cambiar el mundo primero has de cambiar el tuyo propio. Y sobre la violencia, no hablamos de género, ni machista y mucho menos de terrorismo. Los violentos son violentos, papá no lo es, mamá tampoco. No queremos que crezcan pensando que por ser hombres tienen un “ogro” en su interior. Trabajamos contra la violencia sea cual sea y contra quién. Eso es lo realmente importante para nosotros. Gestionar la ira que todos, sin excepción tenemos dentro, y trabajar desde el amor, la comprensión y el respeto para toda personal, animal o con respecto a la naturaleza.