¿Cómo es tu familia? ¿Por quién está compuesta? ¿Cómo llegas a fin de mes? ¿Qué problemas tienes o tenéis para salir adelante? ¿Tienes una red de apoyo en caso de enfermedad?
Tras leer, releer y repensar el informe de Save the Children “Más solas que nunca” de Violeta Assiego y Thomas Ubrich y coordinado por Ana sastre Campo no puedes evitar echar la mirada a tu alrededor y que todas esas preguntas del principio se conviertan en señales de alarma. Empiezas a detectar de manera más palpable una realidad muy dolorosa, que a pesar de su urgencia, pasa desapercibida y se camufla entre la famosa crisis y lo mal que estamos todos últimamente.
Pero lo cierto es que hay familias en las que la supervivencia está siendo cada vez más y más complicada. Y están muy cerca de nosotros. Quizás la tuya es una de ellas.
-El riesgo de pobreza o exclusión social infantil afecta a más de uno de cada tres menores de edad en España (35,8%) y no ha dejado de crecer desde el 2007, superando las tasas de la población general. Esta situación afecta a más de la mitad de los hogares monoparentales (53,3%), y vulnera gravemente los derechos de las niñas y los niños que viven en ellos como consecuencia de la exclusión económica y social que sufre su familia.
– Las familias formadas por un adulto con al menos un hijo a cargo son ya casi un millón ochocientas mil y en su gran mayoría (82%) son hogares que tienen al frente una mujer. El género importa mucho cuando hablamos de
familias monoparentales; se trata de una realidad creciente y con rostro de mujer.
– La pobreza infantil sigue siendo mayor en los hogares monomarentales aunque la madre trabaje: cuando la madre está en paro afecta a tres de cada cuatro niños, pero sorprende negativamente que aunque trabaje, más de la mitad de los niños sigue estando en situación de pobreza.
– Los poderes públicos deben aumentar la inversión social en políticas de protección a la infancia, y desarrollar una estrategia integral de lucha contra la pobreza infantil que esté basada en el acceso a recursos adecuados y a servicios asequibles y de calidad.
La realidad es que la mayoría de los hogares monoparentales en España están encabezados por una mujer. Que se ha quedado sola, bien por elección, o por obligación. Y que esta circunstancia, ser madre sola, ya es de por sí una losa a la hora de sacar adelante la economía familiar.
Los datos que nos revelen en el informe son el dedo inquisidor que levanta la alfombra donde esta sociedad esconde todas sus miserias y nos demuestra que la base, que muchas de nuestras familias, de nuestros niños, no están teniendo acceso a una vida digna, no tienen ayudas, y lo peor, es que ni siquiera se perciben.
Todos los elementos juegan en su contra y van propiciando una exclusión social más que evidente:
– Por ser mujeres, tienen menores oportunidades laborales, más de la mitad de estas madres no tiene un empleo (52%), y además tienen más problemas para poder conciliar al no tener más recursos o redes de apoyo que les permitan jornadas más largas y por lo tanto mayores sueldos.
– Al no tener sueldo suficiente no pueden tener acceso a vivienda digna, teniendo que vivir con familiares o compartir casa o incluso habitación con otras familias, con lo que puede suponer eso a la hora de llevar una vida familiar digna.
– El 21% de estos niños no puede permitirse tener unas gafas y el 30% no puede seguir un tratamiento
especializado. El 68% de estas familias ha necesitado reducir gastos relacionados con la alimentación y más de una de cada cuatro no siguen una dieta equilibrada que incluya la cantidad de proteínas recomendada. Su realidad afecta directamente a la salud, y eso a su vez influye directamente en las madres, y en un sufrimiento silencioso al poder ofrecer una cobertura mínima a sus hijos.
– El 36% de las madres en hogares monomarentales afirma que no puede contar con nadie cuando le surge un problema. ¿Qué hacer en caso de enfermedad? ¿En un baja laboral? ¿Y si hay un niño enfermo y otro en casa? ¿Cómo se atienden sin nadie a quien recurrir y que te eche una mano?
Y ¿qué se puede hacer para que esta situación cambie?
Los autores del informe, tras constatar la realidad de estas cifras y de poner cara y voz a sus protagonistas proponen una serie de propuestas en todos los ámbitos que les pueden afectar, salud, educación, transporte, ocio, medidas fiscales, empleo y conciliación, que sobre todo reconozcan la existencia de estas familias en peligro de exclusión social y que les permitan paliar esa situación de una manera digna.
Te invitamos a leas el informe en la web de Save the Children o lo tienes al final de este post y a que firmes la petición para que el Gobierno de España y los Gobiernos de las Comunidades Autónomas inviertan en infancia y den una oportunidad a estas familias:
– Destinando los recursos adecuados para proporcionar a los niños y sus familias un nivel de vida adecuado
– Garantizando el acceso de niñas y niños a servicios asequibles, inclusivos y de calidad en educación, cuidados en primera infancia, salud, vivienda y cultura
– Estableciendo mecanismos que fomenten la participación de las niñas y niños en la toma de decisiones que afecten a sus vidas
Esperamos que este informe y toda la difusión que se le pueda dar permita que las autoridades perciban este problema con la gravedad que tiene, cómo está empujando a niños a la pobreza y a sus madres a situaciones de desesperación, frustración y soledad.
Si podemos hacer algo, que sea #InvertirEnInfancia.
Y gracias a Save the Children por hacernos visible esta realidad y dar a conocer asociaciones como la Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) a cuya presidenta, Carmen, conocimos el pasado viernes en la presentación a bloggers del informe, y que puso voz y cara a todas las mujeres a las que está ayudando desde la asociación.
