Rincón en rosa: ¿Qué es la neurotoxicidad tras un cáncer?

 

En alguna otra ocasión hemos hablado de los efectos de la quimioterapia, así como explicar qué era la Quimio -Cerebro, pues la neurotoxicidad está relacionada con dichos efectos a la quimioterapia tras un cáncer.

En realidad se define como un “deterioro cognitivo asociado al tratamiento oncológico”.

Esto le ocurre a la gran mayoría de pacientes que se someten a quimioterapia para tratar un cáncer. Ocurre con un alto porcentaje a personas que han sido tratadas de un cáncer con quimioterapia ,entre los agentes quimioterápicos asociados con mayor frecuencia al desarrollo de deterioro cognitivo, destacan metrotexate, Doxorrubicina, 5-fluorouracilo, BCNU, cisplatino, ocitarabina. Todas estas alteran mucho más el Hipocampo, que es la región del cerebro donde las neuronas que se producen son importantes para la memoria y el aprendizaje.

Hablando del cáncer de mama, la mayoría de las mujeres empiezan a sentir los síntomas durante el proceso con quimioterapia, pero tras finalizar la terapia, esos efectos se mantienen en el tiempo, eso es lo que se llama “deterioro cognitivo”.

Años atrás, cuando la paciente le comunicaba a su Dr en consulta que se sentía más fatigada, con menos concentración o con problemas del habla, entre otros, lo achacaban a la depresión y/o ansiedad que producía el propio cáncer.

Pero por suerte, tras muchos estudios, han empezado a demostrar que no es debido a la propia depresión que pueda atravesar la paciente por un diagnóstico de cáncer, sino que es debido a dichos tratamientos.

Lo más habitual en una consulta de oncología es una paciente que se está tratando con quimioterapia quejándose por los efectos colaterales que pueda tener.

Para que se entienda aún mejor, os voy a poner una tabla en la que nos indica cómo empieza dicho deterioro cognitivo en la paciente tratada con quimioterapia, pero esto es solo el principio.

Tabla sacada de Psicobioquimica.org

 

No se sabe todavía si todos los tipos de quimioterapia producen este “deterioro cognitivo”, pero lo que sí se sabe es que los efectos son acumulativos. Es decir, los que reciben más quimioterapia tienden a experimentar más deterioro.

Hay estudios a grupos de pacientes tratadas con quimioterapia a las que se ha podido observar que el tiempo puede hacer que este deterioro sea algo reversible, pero estadísticamente el “deterioro cognitivo” todavía estará presente a largo plazo en muchos sobrevivientes, incluso años después del tratamiento.

 

Por otro lado, muchos de los estudios realizados hasta ahora, confirman que el cerebro sufre un daño tras administrar este tipo de drogas (quimioterapia).

Lo que sí es cierto, es que todas las pacientes que se quejan de este deterioro coinciden en estos síntomas, en los que yo me incluyo, para que os hagáis una idea, en mi caso persisten muchos de ellos y hace ya 2 años y medio que finalicé con el tratamiento de quimio y radio.

Varios de los síntomas que presentamos las pacientes son los siguientes:

  • Cambios en la atención/concentración. Por ejemplo, se hace casi imposible volver a leer un libro, yo todavía no he sido capaz de conseguirlo sin tener que regresar una y otra vez al principio.
  • Velocidad del procesado. Está claro, fallan los reflejos, eres más lenta en procesar la información, a veces haces incluso vacíos en la conversación hasta que reaccionas de nuevo.
  • Memoria verbal y visual. A veces te fallan las palabras, directamente las olvidas, es como si no existiera palabra para definir aquello que quieres decir. Y en cuanto a memoria visual. yo que soy fotógrafa, no tengo mi capacidad de visión fotográfica de una escena como la tenía antes, hay que esforzarse mucho más.
  • Trabajos múltiples. Muchas nos quejamos de que ya no somos capaces de hacer más de una cosa al mismo tiempo, es más común de lo que pensamos, este punto también es muy frustrante porque quieres seguir el ritmo de antes, pero es prácticamente imposible.
  • Encontrando palabras. Sabes lo que quisieras decir, pero estás en blanco, muchas más veces de lo habitual, se pasa muy mal.
  • Dificultad con la organización. No tienes la misma facilidad para organizar las cosas que antes podías hacer en 5 minutos, tendemos a pensar mucho más, es agotador.

 

Y así muchos más, pero podemos decir que estos sí son generalizados en personas que se han tratado con dosis muy altas de quimioterapia. Son exactamente en las que suelen coincidir.

 

Estos efectos pueden conducir a una incapacidad de realizar su trabajo con normalidad, dificultad para manejar las responsabilidades de la familia/el hogar, e incluso retiro social por el miedo de la vergüenza en situaciones de perdida de memoria verbal y momentos en blanco o lentitud al procesar una información.  Se nos hace muy difícil, por no decir imposible, memorizar hasta un número de teléfono. Nuestro nivel de concentración es muy bajo y recordar cosas y datos puntuales es imposible si no lo apuntamos en el acto. En mi caso, todo lo llevo con alarma en el móvil, además de postits en la nevera.

 

Estas alteraciones se ven reflejadas en cambios en las pruebas de imagen, así se ha demostrado en mujeres con cáncer de mama que un año después del tratamiento con quimioterapia ,el cerebro de las supervivientes presenta una disminución de su volumen respecto a las pacientes que NO  habían recibido quimioterapia.

 

Y por si esto fuera poco, después se le suman otra serie de factores que, lejos de restablecer tu función natural, lo que hace en la mayoría de los casos, es agravarla:

  • Forzar el cuerpo a la menopausia
  • El impacto de los procedimientos quirúrgicos
  • Los fármacos preescritos
  • La predisposición genética
  • Los tratamientos hormonales que puedan recibir, dependiendo de si el cáncer es hormonal o no.
  • El estado emocional de la paciente en ese momento, ansiedad, depresión, astenia…
  • Comorbilidad (la presencia de uno o más trastornos (o enfermedades) además de la enfermedad o trastorno primario. El efecto de estos trastornos o enfermedades adicionales)
  • La edad
  • Síndromes paraneoplasicos (son síntomas que aparecen en localizaciones alejadas de un tumor o sus metástasis. Aunque no se ha esclarecido la patogenia, estos síntomas pueden ser secundarios a sustancias secretadas por el tumor o a anticuerpos dirigidos contra tumores que presentan reacción cruzada con otro tejido).
  • Alteraciones analíticas , como anemia, hipercalcemia, hipocalcemia…

 

Como veis no es ninguna tontería cuando las pacientes nos quejamos de lo complicado que nos resulta después de un cáncer el día a día.

 

Y llegados a este punto, ¿qué podemos hacer para mejorar el rendimiento de nuestro cerebro? pues desgraciadamente todavía no hay investigación suficiente para tratar el deterioro cognitivo tras quimioterapia, pero lo que sí se está recomendando en algunos casos son medicamentos como el Metilfenidato (Ritalin) y dexmetilfenidato HCL (Focalin), medicamentos usados para tratar el desorden de la hiperactividad del déficit de la atención (ADHD) y el modafinil (provigil), un medicamento aprobado para tratar la narcolepsia, se han estudiado en la disfunción cognoscitiva después de la terapia del cáncer. Y la Fluoxetina, que actúa para mejorar la proliferación de células en el hipocampo  para la memoria y el aprendizaje.

La teoría es que estos medicamentos estimulan el cerebro y por lo tanto pueden dar lugar a una mejoría en la concentración, la memoria y la atención, así como la fatiga. Otros datos apuntan que la cafeína es un estimulante que mejora la función cognoscitiva a millones de personas a diario. Es otra manera (relativamente segura) para que mucha gente estimule su función cerebral con problemas o no.

 

Hay que Rehabilitar el cerebro

Los crucigramas y los sudokus van bien para la agilidad mental, pero no está comprobado que por más crucigramas que hagas después tengas más agilidad verbal o memoria verbal a la práctica.

La meditación también se sabe que va bien para reducir el deterioro cognitivo en general.

 

Así que ya lo sabes, si eres paciente oncológica y te sientes así, y no notas mejoría con el paso del tiempo, es hora de que empieces a ejercitar el cerebro con algunas de estás opciones, empieza con los sudokus y crucigramas y si persisten en el tiempo, vuelve a comentárselo a tu médico.

Mientras tanto, para ayudarte un poquito en el día a día, utiliza agendas, notas, alarmas de móvil y detalles así para no olvidarte de nada, pero no olvides poner las notas en un sitio que te sea visible todos los días.

 

Y lo demás es paciencia, no hay mucho más que se pueda hacer por ahora.

Intenta hablar con la familia, con los amigos, explícales que lo que te pasa tiene un nombre y que no puedes controlarlo, y que procuren hacernos la vida un poquito más fácil, aunque esto cuesta mucho, doy fe.

Con este articulo espero haberte ayudado un poco más con algunas dudas que seguro que tenías sobre lo que te está pasando.

Puedes leer a Paris en su blog Maternidad y un lazo rosa.

Autor entrada: Mónica

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